Nació el 24 de marzo de 1909.realizo estudios en la facultad de humanidades y ciencias de la educación, de la Universidad Nacional de la Plata (1929-34), y se graduó en historia con una tesis sobre Los Gracos y la formación de la idea imperial (1938). Se dedico luego a la historia Medieval y desarrollo una larga investigación sobre los orígenes de la mentalidad burguesa, que culmino en las obras mayores: “la revolución burguesa en el mundo feudal y crisis y orden del mundo feudo burgués”.
También romero, milito en el Partido Socialista, se dedico a la Historia Argentina y escribió en 1946 una de sus obras clásicas: “las ideas políticas argentinas “.
Enseño en las universidades de la Plata y de la Republica (Montevideo). Desde 1958 lo hizo en la Univ. De Bs. As, donde fue rector interventor en 1955 y decano de la Fac. DE Filosofía y letras en 1962.Alli fundó la cátedra de historia general, que tuvo una influencia decisiva en la renovación historiográfica de la década de 1960.
En 1975 fue convocado para integrar el Consejo directivo de la Universidad de las Naciones Unidas, con sede en Tokio. En 1976 completo el libro Latinoamérica. “Las Ciudades y las Ideas, que proyecta sobre América su experiencia de europeísta.
Falleció en Tokio en el año 1977, donde participaba en una reunión del Consejo de la Universidad de Naciones Unidas.
Algunas fechas importantes:
1930. Se acerca al socialismo. Dicta cursos en la Universidad Popular Alejandro Korn, de tendencia liberal y socialista, junto con Luis Aznar y José Babini entre muchos.
1933. Se casa con Teresa Basso, graduada en filosofía en la Universidad de la Plata. Invitados por el filósofo Saúl Taborda pasan unas semanas en Unquillo,
1935-1936. Recorre Europa junto con Teresa durante nueve meses. Son testigos del comienzo de la Guerra civil española y del avance del nazi-fascismo. Córdoba. Tendrán tres hijos: María Luz, María Sol y Luis Alberto.
1937-1940. Secretario de la Dirección de Maternidad e Infancia, creada a partir de una ley presentada por Alfredo Palacios. 1956. Milita activamente en el Partido Socialista. Es elegido presidente del Congreso del partido, del que participan Alfredo Palacios, Alicia Moreau de Justo, Carlos Sánchez Viamonte y David Tieffenberg.
Es elegido vicepresidente de la SADE (Sociedad Argentina de Escritores). Cuando fallece el presidente, Vicente Barbieri, ocupa la presidencia.
Dicta el Seminario de Historia de las Ideas en América, en la Universidad de San Juan de Puerto Rico, del que también participa el filósofo mexicano Leopoldo Zea.
1948. Se muda a su casa de Adrogué, en Cerretti 928, donde vivirá hasta su muerte.
1950. Es nombrado miembro de la Academia Nacional de Ciencias.
La enseñanza de la Historia, según Romero
En diciembre de 1973 la revista Crisis publicó una serie de entrevistas realizadas a distintos intelectuales locales, entre ellos, a José Luis Romero.
La pregunta común era: ¿Se enseña en la Argentina la historia real del país? Si bien cada uno argumentó su respuesta, fue Romero quien además de dar su opinión se permitió reflexionar sobre la ciencia histórica misma. "Si se tratara de condensar en una frase mi respuesta, bastaría decir que la historia se enseña muy mal en todos los grados de la enseñanza. Pero me apresuro a agregar que la culpa no es de los maestros y los profesores: es de la ciencia histórica misma, cuya estructura epistemológica y cuyas peculiaridades generales plantean problemas graves y casi insolubles".
Tanto en la escuela primaria como en la secundaria la historia no se enseña como una ciencia sino como una disciplina destinada a crear, o a fortalecer, o a negar, una imagen del pasado que conviene a la orientación predominante. Y esto ha ocurrido siempre, porque la historia es la conciencia viva de la humanidad y de cada una de sus comunidades, y nadie podría prescindir de su apoyo para defender su propia imagen y su propio proyecto de vida."
Luego de esas primeras ideas, Romero se refiere más en detalle a la enseñanza de la Historia y postula las dificultades de la cuestión en la escuela primaria, por un lado, y en la enseñanza media, por el otro. Y se propone además responderse otro interrogante: ¿Qué es pensar históricamente?
"En el caso de la escuela primaria es más difícil aún -decía Romero- porque aunque se aconsejara una exposición objetiva y neutral de los hechos, no se puede contar con que el niño haga su propio juicio, y lo más seguro es que los hechos resulten juzgados con la óptica de los padres o del círculo donde el niño se mueve."
"En el caso de la escuela secundaria el problema es un poco menos complicado. En ella es claro que la simple enseñanza de los hechos políticos no enseña a pensar históricamente. Y esto es lo que, en la medida conveniente, debe empezar a hacerse. Qué es pensar históricamente, es cosa difícil de explicar en pocas líneas. Pero aún a riesgo de caer en un simplismo, yo diría que consiste principalmente en acostumbrar a examinar el revés de la trama. Es importante que se enuncien los hechos políticos, y no me niego a que se repitan de memoria, aunque sea un mecanismo odioso. Lo importante es que se le dé al adolescente algo más: algo que lo incite a buscar qué hay detrás del puro episodio. Esto supone que los profesores y los autores de textos partan del principio de que el análisis histórico debe referirse a procesos y no a hechos."….